El 4 de mayo tocaba hacer un combo Cloisters Museum y Metroplitan Museum of Art en un dia, por aquello de elevarse el alma con la contemplacion de cosas bellas. La ventaja es que si vas el mismo dia, entras en los dos por el precio de uno, asi que montamos el plan para el sabado, que el Met cierra a las nueve de la noche, para asi estirar el dia un poquito mas.
Ana habia salido un poco antes a comprarse un anorak, porque esta haciendo algo mas de fresco de lo que nos esperabamos, y la habia pillado desprevenida. Quedamos en Broadway con la calle 34 para coger el tren A en direccion Uptown.
Al entrar en la estacion, nos encontramos con una sala de murales de mosaico preciosos, y de unas dimensiones industriales: los muros estaban alicatados hasta el techo, y en anchos de unos quince metros. Si hoy nos espera un banquete estetico, el tamaño de este aperitivo nos va poniendo sobre aviso de lo que esta por venir.
El A es un expreso, es decir que se salta algunas paradas para ahorrar tiempo, y como teniamos que subir hasta la altura de la calle 204, que es donde esta el Cloisters, pues la opcion estaba clara. Hay que verlo para creerlo, en direccion Norte el tren para en Columbus Circle, y luego se enchufa a toda maquina hasta la 125: se salta Central Park entero, y quince calles de propina, imagino que de margen de frenada. Este sistema exige que la mayor parte del recorrido tenga doble via, lo que explica que las estaciones parezcan una plaza de toros, y cuando no se puede, la doble via es en profundidad. En algunos tramos se ve el foso del sentido opuesto en paralelo, es muy llamativo.
En menos de media hora salimos en la parada de Riverside Drive, y nos encaminamos al museo. El museo esta en lo alto de un cerro de Tryon Park, que tiene unos afloramientos de esquisto iguales que los que se ven en Central Park, y es que son de su misma sangre. La subida es relativamente empinada, y tras una curva a izquierdas el bosque se abre y nos da una primera vista de la costa en el lado opuesto.
Y se pregunta uno, que vista mas bonita, como es que no han construido unos adosados en la orilla opuesta para crear riqueza y generar empleo? Pues la culpa la tiene el avariento capitalismo encarnado por John D Rockefeller Jr. Este ocioso oligarca era filantropo full-time, y azuzado por su cuate Barnard, le cogio el gusto a coleccionar antiguedades. Poco a poco se fue haciendo con unas cositas en sus viajes por Europa, unos capiteles por aqui, un claustro por alla, a cuanto me deja ese abside, vamos, lo que hacen los americanos cuando viajan por el viejo continente. Cuando la coleccion tenia una entidad, penso que seria bueno construir un lugar apropiado para exhibirlas, y se le ocurrio que este cerro seria idoneo.
El parque es precioso, el edificio tambien, pero para redondear la jugada, a JD le parecio que las vistas desde la terraza de su castillo medieval no deberian desmerecer el resto del conjunto. Cuando el lo compro, la linea de acantilados de la foto de arriba debia estar en el mismo estado en que la vemos ahora, asi que despues de este breve circunloquio, volvemos a la pregunta inicial: es que aqui los concejales de urbanismo no trabajan? Pues si, pero nuestro hombre prefirio curarse en salud, y por si acaso compro toda la linea de costa, enterita, para que no le estropearan el espectaculo. Este hombre si que fue un visionario. Por cierto, el terreno ahora es el parque nacional de las Palisades.
El museo es una coleccion extraordinaria de piezas de arte religioso medieval (perdon por el pleonasmo), con origen en Francia, España, Italia, Alemania y Austria mayormente. En Francia la Revolucion hizo que muchas iglesias y monasterios fueran abandonados y acabaran en estado de ruina. Muchas obras de arte contenidas en ellos fueron a parar a manos de coleccionistas por todo el mundo, y tengo entendido que la mayoria de las obras en este museo fueron adquiridas de estos coleccionistas. Algunas por el contrario fueron compradas directamente de los ayuntamientos en Francia, hasta que el gobierno decidio que aquello era un expolio, y prohibio terminantemente la exportacion de todo objeto artistico. Hablamos de pleno siglo XX, años 40 si no recuerdo mal! Tiene gracia que el mismo Estado que se llevo la piedra Rosetta de Egipto viera su propio patrimonio saqueado casi siglo y medio despues.
Estos vistosos capiteles por ejemplo vienen de Saint Michel de Cuxa, cerca de Perpignan.
El toque Hollywood lo da un agente que tenia Rockefeller para cobrarse piezas por el ancho mundo, que se enrolo en el Monuments, Fine Arts and Archives Program, supuestamente para proteger el patrimonio artistico en territorio aliado, en la practica para arrebatarles a los nazis todo lo que pudieran y mas.
Cualquier español se ha criado viendo edificios y esculturas como las de este museo, pero verlas en Manhattan, formando un tutti-frutti de piedra, madera, madreperla, oro, plata, etc. es una experiencia unica. Un tanto incongruente, por ejemplo si pensamos en que este museo se construyo 7 años despues que el Empire State Building, pero unica.
Aqui una pequeña adivinanza: de que material esta hecha esta figurita?
Solo dare una pista: pudiera venir de Botswana.
Este conjunto merece atencion especial: abside completo de la iglesia de San Martin en Fuentidueña, cerca de Segovia. Lo que fue para el arte medieval en Francia la Revolucion, lo fue para nosotros la Guerra Civil. Numerosas obras desaparecieron en aquellos años, y esta en concreto fue una de las desaparecidas. Cuando se expuso, y viendo que Eisenhower no estaria por la labor de devolverlo, se aprobo una ley concediendo el prestamo de las piezas. Haciendo de la necesidad virtud, que se dice.
Salimos del museo, y fuimos hacia la estacion de metro de la calle 190. No la vimos, asi que seguimos para la de la calle 181. A mitad de trayecto nos hicieron cambiarnos a la acera de enfrente para no estorbar el rodaje de una pelicula. Supuestamente se trataba de la tercera entrega de la serie Taken, pero ni rastro de Liam Neeson por alli. La gente mira que es macabra, estaba otra pareja hablando con el guardia de trafico, y pregunta el marido que quien era Liam Neeson. Le dice la mujer: "si hombre, ese que se le mato la mujer en un accidente".
Llegamos al metro, y la mezcla de ambiente cinematografico y proximidad con el Bronx me incitaron a rendirle un homenaje a Charles Bronson y su Death Wish. Asi me quedo:
Nos salimos en la calle 168 para coger el bus M3, que cruza el Harlem por la avenida St Nicholas, bordea por Central Park North, y baja por la quinta avenida. Sorpresa antes de doblar la ultima esquina: un edificio con rejas en las ventanas, un aire diferente, y un letrero en la puerta: Lincoln Correctional Facility. No es posible, una carcel en Central Park? Asi como suena! Si no te puedes permitir un lujoso apartamento en el Dakota, estafa un par de millones y tendras alojamiento con vistas al parque a cuenta del Estado de Nueva York.
Llegamos al Met hacia las cuatro de la tarde, con cinco horas para ver lo que pudieramos antes del cierre. Y lo que pudimos ver fue grandioso, y a la vez minusculo en comparacion con el total de fondos del museo.
En esencia, la seccion Modern and Contemporary Art, de las plantas primera y segunda, y la exposicion Impressionism, Fashion and Modernity. Sala tras sala de Picasso, Kandinsky, Klee, Renoir, Monet, Cezanne, Van Gogh (aspirantes a erudito, favor de pronunciar "Fan-jój").
Cualquier comentario huelga, salvo que la sensacion de deja-vu es continua: los cuadros de esta seccion tienen tal omnipresencia en la vida de cualquier persona que se haya criado con acceso a agua corriente, que te crees que estas entrando en una estancia en la que has pasado larguisimas horas. Y entonces los ves en carne y hueso, y te das cuenta de que no, que esto es otra dimension: te han dejado salir de la caverna, todo lo que veias antes eran sombras de la realidad, y ahora si que puedes percibir el mundo con clarividencia.
Se fueron las cinco horas como un suspiro, y toca desalojar el museo. Cuando volvamos a la caverna, esperamos que no nos maten los que quedaron adentro.
De camino hacia los modernillos, pasamos por delante de esta perla. Edouard Manet, 1860. Si a primera vista parece un folclorismo, atencion al atrezzo en la esquina inferior derecha. Muy gracioso el tipo.
Echamos el aperitivo en el Great Hall Balcony Bar, que solo abre viernes y sabados por la tarde. Hay que ponerse guapos para no deslucir el decoré.
Habia sido un dia largo, pero esto es Nueva York, the city that never sleeps. Asi que ahora, de tiendas: bus M4 a la calle 34, y a darle alegria a la tarjeta. Asi hasta las once de la noche! Pregunto Ana en una tienda que si abrian al dia siguiente, que era domingo, y la dependienta la miro como si le hubieran preguntado que si esto son los cuartos o son ya las campanadas. Que esto es es prime retail space, y hay que sacarle partido! Y para nosotros tambien es prime vacation time, asi que en domingo tampoco descansaremos.
Un puntazo el cloister museum
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