sábado, 11 de mayo de 2013

The Rubin, U2, Vanya

Ayer por la tarde (10 de mayo) fuimos al Rubin.
Este peculiar museo acoge una coleccion de arte del Himalaya, y alrededores. Se nos hizo tarde para la happy hour, pero cuando llegamos vimos que el concepto triunfa, y el lounge estaba animadete. Empezamos por el sotano, donde estaba expuesta una coleccion de fotografias sobre la peregrinacion por el desierto de los musulmanes de la region china de Uygur.

La exposicion permanente esta centrada en el arte budista, aunque tambien se dejan ver deidades hindues, y tiene un monton de cuadros con figuras coloridas del complejo universo de divinidades del budismo, la mayoria de los siglos XVIII y XIX.
El concepto es curioso, porque cuanto mas grande es el cuadro, mas figuritas meten, el tamaño de las figuras parece que es estandar. Habia una sala con unos murales que eran el equivalente de un tebeo extendido en superficie.

Tambien habia algunas figuritas de los siglos XIV-XVI, orfebreria de la buena.

En una seccion explicaban los fundamentos de este arte, en cuanto a composicion, expresiones, claves para interpretarlo, tecnicas y demas, pero el tema en cuestion me resulta demasiado remoto, y el bar nos llamaba con la dulce musica de las copas entrechocando, asi que hubo que acortar la visita.

Despues del Rubin habiamos quedado en el Canal Room (calle Canal con West Broadway) con nuestro amigo, que se ha venido unos dias de visita, aprovechando que teniamos el apartamento. Teniamos entradas para ver Unforgettable Fire, una tribute band de U2. Se supone que el show empezaba a las nueve y media, pero antes aparecio una banda de reggae como teloneros, y aunque el cantante habia formado parte de los mismisimos Wailers originales, nos parecio mas oportuno reservarnos para el plato fuerte.
A la vuelta de la esquina estaba el Nancy Whiskey Pub, un bar de barrio de los buenos, con interior de madera como un bruin café de toda la vida, aunque con una enorme banderas irlandesa colgada en la pared detras del mostrador, para aclarar cualquier posible confusion. Llegaron las copas, y por una graciosa coincidencia nos las tomamos al son de la musica de los U2 autenticos que sonaba por los altavoces.

Cuando nos parecio que ya podriamos ver a los homenajeantes, volvimos a la sala de conciertos. Ya nos lo vamos sabiendo, y nos lo tomamos con calma en el Nancy, pero es que los mamones aparecieron dos horas y cuarto despues de la hora prevista de inicio, que parece ser la racion estandar de prueba de devocion que despachan las bandas a sus seguidores en la ciudad de Nueva York. Demasiadas distracciones.

Ahora, que cuando aparecieron, nos quedamos boquiabiertos. El parecido era asombroso! Y no tocaban nada mal.

La sala estaba a medio llenar, y en un momento dado, Bono, Adam y the Edge se bajaron del escenario, y anduvieron entre nosotros, causando momentos de autentica histeria colectiva. Si es que era como estar con los genuinos! Ahora puedo decir que "I once shook Bono's hand"! Fue como un fiestorro entre amigos, superdivertido. El volumen era atronador, y salimos a las tantas de la noche, contentillos y con los oidos pitando.

Hoy nos levantamos tarde (11 de mayo), y despues de salir a hacer unos recados volvi al apartamento a ver que se cocia. Ninguno teniamos el cuerpo para hacer turismo serio, asi que nos disgregamos a perder cada uno el tiempo a su manera, con la idea de reunirnos mas tarde, a ver que haciamos por la noche. Yo me di una vuelta por el Midtown East, para ver los edificios de apartamentos de Sutton Place, y ver las tiendas de la calle 53 entre las avenidas primera y septima.

Despues me pase por la taquilla de TKTS, donde venden entradas de teatro y musicales: para matinees durante la mañana, y para las sesiones de tarde, a partir de las tres. Tenian entradas para Vanya and Sonia and Masha and Spike, sesion de dos de la tarde. Habia leido buenas criticas, es una obra de teatro basada (vagamente) en unos cuentos de Chejov, una comedia agridulce, con el detalle de que actua Sigourney Weaver. Tenia buenos puntos, sobre todo el noviete cachas y descerebrado de Masha, pero el rollo amargado de los hermanos se me hizo un poco cuesta arriba, y mas a la hora de la siesta. El decorado era una chalecito precioso, son unos genios aqui en Broadway.
Para la noche, estamos discutiendo las opciones: cine, o cena con espectaculo? Sigue lloviendo en la calle, a mi me da igual donde vayamos, pero que sea cerquita. A ver si hay alguna peli buena....

Y la hay! Queremos ir a ver Olympus has fallen, un action thriller con Morgan Freeman y Gerard Butler que echan a dos manzanas de aqui. Pero ¡oh el trafico peatonal de Broadway! En Time Square conviven las oficinas de gigantes como JP Morgan Chase, AT&T o Thomson Reuters con una miriada de teatros, bares y restaurantes. Con lo que entre semana el paisaje es de gente trajeada yendo con prisa a trabajar, mientras que los fines de semana se echan a las calles las masas de turistas llegados de todos los rincones del mundo. Estos turistas son desde utilitarios, hasta pick-ups y furgonetas de reparto, llegandose a ver esporadicamente algun camionazo 18-lorzas. Estos logicamente van a su aire, y se aparcan en cualquier sitio, hasta en doble y triple fila, por lo que tardamos veinte minutos en cubrir los 400 metros que nos separan del cine. Se nos hace tarde, y la pelicula zarpa sin nosotros a bordo.

Pues nos vamos a cenar, que ya hace hambre. Para no complicarnos, nos metemos en una cerveceria-hamburgueseria de la calle 43. Se llama HB, no se si como homenaje al original de Munich donde Hitler se hizo un nombre como golpista, o por pura coincidencia. Me pido una pinta de stout, prima hermana de la Guinness, y nuestro amigo una de red, prima hermana de la Murphy's. Como sabe la cerveza con un burger en New York! Cena sin pretensiones, pero collons que a gusto nos hemos quedado. De vuelta al hotel nos asomamos al Lamb's Club, por ver de rematar la noche, pero aquello esta mas muerto que Chanquete, asi que decidimos to call it a day.

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