domingo, 26 de mayo de 2013

Harlem, Sex and the City

Viernes 24 de mayo, penultimo dia de estancia en las Americas, y hoy tenemos un programa de lo mas colorido. Nos levantamos con el cansancio acumulado de casi cuatro semanas de caminatas callejeras, y Ana decide que la parte primera se la va a saltar. Me acompaña en un desayuno con olor a escayola humeda por obra y gracia de las goteras del dia anterior, y despues me echo otra mañana mas a la locura de Manhattan para coger el metro. Ya nos movemos por el trafico peatonal como los nativos, y vamos por el metro casi sin mirar los carteles. Tren B hacia el Norte, y me bajo en la calle 135 con la avenida St. Nicholas.

De camino me ha dado tiempo a escuchar el podcast de los Bowery Boys sobre Williamsburg, donde estuvimos hace dos dias. Fascinante, resulta que este municipio, antes de ser absorbido por Brooklyn, era una potencia industrial de primer orden, y aqui nacieron el gigante azucarero Domino, la farmaceutica Pfizer, y en su dia, practicamente todo el combustible utilizado en la costa Este de Estados Unidos salia de las refineras de Williamsburg. Buena parte de esta industria provenia de Manhattan, donde la presion demografica hacia el uso industrial del terreno menos atractivo, mientras que a este lado del East River estaban encantados con cualquier oportunidad de crecimiento. Con la construccion del puente Williamsburg paso lo mismo: grandes masas del densamente poblado Lower East Side se vinieron a vivir aqui, y poco a poco fueron desplazando a la industria. Por algun motivo, mucho judios huidos de Alemania en la Segunda Guerra Mundial se asentaron aqui, y por lo que se ve todavia persiste una potente comunida hasidica al Sur del puente. La ultima fabrica de Williamsburg cerro hace poco, y en 2004 se declaro Landmark, para que perdurara el recuerdo del pasado industrial de este barrio.

Volvamos a la parada de metro en la calle 135 de Harlem. Tiempo atras, bajamos por aqui en autobus, y nos parecio que era un barrio muy bonito, pero claro, una cosa son los toros desde la barrera, y otra lo que se vive en el albero. Subo las escaleras para salir a la calle, y en el primer cruce un negro me suelta una imprecacion de grueso calibre, y echa al suelo un lapo de no menos grueso calibre. Harlem hospitality! Este barrio se ha convertido en una atraccion turistica, pero a muchos vecinos no les termina de hacer gracia ver extraños por aqui. Viene mas sobre este tema dentro de algunos parrafos.

A lo que iba, el gran atractivo de esta parte de Harlem son las viviendas bellisimas que misteriosamente quedaron varadas en lo que fue, durante varias generaciones, una balsa de miseria y violencia endemicas. Segun dice la guia AIA, esta parte del Norte de la isla fue un entorno agricola hasta que en 1837 se inauguro en tren que lo conectaba con Nueva York (Harlem era un municipio separado), y entonces empezo a crecer como suburbio (en el sentido americano) para los que se lo podian permitir. En 1879 llego el metro elevado, que era el que tenia la frecuencia que permite fundar una ciudad dormitorio, no solo una pequeña unrbanizacion. El metro IRT por la avenida Lenox llego en 1904, y eso si que fue el boom inmobiliario, principalmente de viviendas de calidad orientadas a la potencial ocupacion por inquilinos o compradores blancos. Las previsiones fueron demasiado optimistas, y muchas viviendas quedaron vacias, precisamente en el mismo instante en que las areas de Midtown al Oeste de Herald Square, principalmente ocupadas por negros, eran demolidos para construir la estacion de tren Pennsylvania, o los grandes almacenes Macy's. Pese a la oposicion de los promotores, cada vez mas de las nuevas viviendas de Harlem empezaban a estar ocupadas por negros, y los blancos se fueron batiendo en retirada, hasta que el barrio entero paso a ser negro en su totalidad.

Hasta los años treinta (cito de memoria) duro lo que se llamo Harlem Renaissance, un florecer de las artes y las letras negras en medio de este paisaje urbano de calles preciosas. La cosa no acabo bien, y por las razones que fuere, los blancos prefirieron seguir viviendo lejos de los negros, y los negros de Harlem acabaron empobrecidos y aislados. La parte sureste de Harlem paso a ser hispana a partir de los años cincuenta por la inmigracion de Iberoamerica, y se conoce como Spanish Harlem. Quiero hacer un parentesis para recoger los testimonios de muchos de aquellos inmigrantes, principalmente puertorriqueños, que eran negros pero no lo sabian: en Puerto Rico las distinciones sociales son economicas, no de raza. El shock fue inmenso para los puertorriqueños mas afro que llegaban a este pais de las oportunidades, y descubrian el racismo en crudo al verse aca descaradamente discriminados en comparacion con otros puertorriqueños de piel mas clara, que alla consideraban como iguales a ellos.

Seguimos con el desarrollo de Harlem: este barrio bordea al Oeste con un risco coronado por el campus Norte de la City University of New York, de igual forma que un poco mas abajo, el risco esta coronado por la Universidad de Columbia. Al girarme en el cruce de la avenida Edgecomb con la calle 139, y despues de comprobar que el energumeno del lapo ha seguido su camino, veo esta imponente masa gotica, el Shepard Hall de dicho campus, construido con el esquisto extraido para construir los tuneles del metro en el que acabo de llegar.
Siguiendo por la calle 139 hacia el Este, el distrito historico Saint Nicholas. Que bonito!


Ahora se habla mucho de como ha cambiado Harlem, de que se ha yuppificado, y de que los precios de la vivienda han aumentado astronomicamente, pero giras dos calles, y te encuentras cosas asi:
Sin haberlo previsto, me encuentro con la Abyssinian Baptist Church.
Esta iglesia es el mascaron de proa del movimiento de derechos civiles de esta comunidad, y de ella han salido lideres como Adam Clayton Powell Jr, cuya carrera politica ascendio meteoricamente tras su paso como predicador de esta parroquia. Como veremos, esta comunidad mantiene vivo el recuerdo de sus lideres, por mas que las vidas de algunos de ellos se alejasen aparatosamente de los principios que predicaban. Hoy tienen un funeral en la iglesia, y el cortejo funebre es digno de la Bonfire of Vanities, de Tom Wolfe.
Enfrente de la iglesia, otro edificio con las ventanas tapiadas.
Mi proximo destino es el centro Schomburg, que esta en la avenida Lenox. Doblo la esquina y... pero donde me he metido? Son las diez y media de la mañana, y los demas transeuntes tienen un aspecto poco tranquilizador. No se como, pero ellos notan que no soy del barrio, y tal vez sean imaginaciones mias, pero el caso es que aqui no hay cojones de sacar la camara para retratar el paisaje urbano. Vamos, aprieto el paso porque el Schomburg esta a dos manzanas, y espero llegar alli antes de que una masa critica de zombies se percate de mi presencia.

Ufff, lo consegui. Aqui estare a salvo. El Schomburg Center es una rama de la New York Public Library dedicada al estudio de la cultura negra en este pais. La iniciativa arranco en los años veinte, y sorpendentemente no partio de un norteamericano, sino del puertorriqueño Arthur A. Schomburg (tal vez no es tan sorprendente, visto el choque de culturas que experimentaron y que mencione antes).

Accesibles al publico hay dos exposiciones. La primera es sobre la pintora Lois Mailou Jones, nacida en Boston en 1905, y formada en Bellas Artes en Boston y en Paris. Aqui tienen una pequeña muestra de las pinturas de esta artista, en estilos muy variados. Me gusto este retrato de la chica limpiando pescado, aunque tambien tiene paisajes caribeños muy bonitos.
La biografia de esta señora es interesante, profundizo en el estudio del arte africano, viajando extensamente por el continente, se caso con un haitiano, y acabo enredando con el vudu. En los cuadros pintaba a veces una especie de amuleto que llevaba siempre puesto como colgante.

La otra exposicion trata sobre la presencia y la importancia de africanos negros en la India. Aqui se trataba mas de paneles informativos, y como la tematica me resulta muy lejana, los lei un poco por encima. El quid de la cuestion es que muchos africanos llegaban como esclavos, pero podian alcanzar posiciones de poder, y riquezas. Los paneles atribuyen este potencial a la presencia beneficiosa del Islam, que hace a todos los creyentes iguales, de forma que tras la conversion, las barreras al ascenso social se reducirian. No suena descabellado, y esta percepcion tal vez haya contribuido a la afinidad que algunos movimientos de emancipacion de afroamericanos han sentido por la religion musulmana. Si no me equivoco, algo parecido ocurrio de acuerdo con el modelo de colonizacion hispana.

Salgo del Schomburg, y el ambiente no ha mejorado. Quiero bajar diez calles hasta la 125, pero me subo a un autobus que pasa, para poder ver sin ser visto. Me apeo, y echo a andar por la calle 125, hacia el oeste, hasta un lugar mitico. Aqui sigue en pie, y ademas con un lifting reciente. Sobre este escenario han triunfado todas las estrellas negras de la cancion dignas de escucharse, desde Duke Ellington, hasta los Jackson Five: el Apollo Theater!
Dentro hay algun show en marcha, no se si sera el Amateur Night, el genuino espectaculo de descubrimiento de talentos, que le da sopas con honda a la Operacion Triunfo y demas sucedaneos. Me dejan sacar unas fotos del vestibulo, y me llevo una camiseta negra de manga larga, con una A sobre el corazon, y la leyenda "Apollo" a lo largo de cada manga. Tambien comprando esta una abuela alemana con su nieta.

Fortalecido por la cercania del dios griego, vuelvo a la calle para desandar el camino hacia la avenida Lenox, y esta vez por pura comodidad me subo al bus que me va al pelo. Me apeo en la Lenox, y echo a andar hacia la calle 116. Las calles estan mas tranquilas, y aqui se ven algunos fantasticos ejemplos de edificios de apartamentos upmarket de cuando aquel boom inmobiliario de principios del siglo XX.




En un cruce, consigo retratar un ejemplo de lo que antes he llamado mantener vivo el recuerdo de sus lideres.
En esta parte de Manhattan, a la Lenox Avenue (fundador de la Public Library) la llaman Malcolm X Boulevard; a la septima, la llaman Adam Cayton Powell Jr Boulevard; y a la octava, Frederick Douglass Boulevard. La calle 125 tambien se ha reconvertido a Dr Martin Luther King Boulevard. Toma memoria historica!

Venia buscando un mercado de comida, pero por lo que se ve lo cerraron hace tiempo, o igual es que justo hoy no abre, y el sitio esta hecho una pena y parece que esta simplemente difunto. Al lado encuentro una pescaderia enorme. A un lado amontonan los pescados entre hielo.
Al fondo despachan pescado fresco, y al otro lado la freidora echa humo con pescado y gambas fritos para tomar o para llevar.
Viendo lo que se pone la clientela para alegrar el plato, se pregunta uno si a lo que vienen de verdad es a comer pescado, o simplemente a comer barato.
Se acerca la hora de comer, y como habia quedado con Ana en el apartamento, se me ocurre pedir tres filetes de red snapper para llevar. "Sin papas, gracias". Todos hablan español.

Otro sitio clasico para visitar aqui es el Amy Ruth's, especializado en soul food. Me encuentro con que la mitad de la clientela son alemanes, que encima vienen vestidos de estar en Mallorca, y entre eso y que el local esta muy oscuro, desisto de sacar una foto. Eso si, me llevo un menu para fotografiarlo, por si alguien tiene curiosidad de que es eso de la soul food.
Ya se acaba el recorrido por Harlem, y en la calle me encuentro una excursion escolar de chavales blancos. Esto queria decir al principio con la animadversion que sienten muchos harlemitas a ver su barrio convertido en una atraccion turistica. Los que vienen a verlo, son invariablemente blancos, y aqui tradicionalmente los blancos han venido a cobrarles el alquiler, a ver espectaculos protagonizados por negros, pero en los que los negros no estaban admitidos como espectadores, o a atizarles con la porra, o directamente a tirotearlos, desencadenando los numerosos Harlem riots. La ultima oleada de blancos parece que tiene como efecto colateral subir el coste de vida de todos los vecinos, y poner a los de aqui en la situacion de atracciones de feria para los turistas. Si se pone uno en su lugar, pues se puede entender la hostilidad al blanco. Es que por increible que parezca, estamos a solo diez calles de Central Park. Tan cerca, y tan lejos!
Me meto en el metro y llego al apartamento. Me encuentro que Ana tambien habia salido, asi que me siento a comerme el pescado. Yo esperaba que me pusieran una especie de salmonetes, pero esto esta infumable. Como tenia comida de sobra, porque estamos liquidando restos de la despensa, me puedo alimentar y seguir mi itinerario sin temer sufrir un desmayo on the way.

La encuentro en el Hotel Plaza, donde, anticipandose a la pesadilla rebozada que yo le traia a toda velocidad por los tuneles de la linea 3, ella se habia almorzado unos California rolls que tenian que saber a gloria. Foresight, lo llaman aqui. Estabamos en este sitio porque delante del hotel arranca el tour Sex and the City, la serie de cuatro amigas con exito en lo profesional y desinhibicion en lo sexual que causo furor a partir de finales de los noventa. Veamos que puede hacer este tour por nosotros.

Para empezar, caravana de mujeres. Esperabamos ir en alguna especia de furgonetilla, pero esto es un pullman de talla XL, lleno de chicas y señoras entusiasmadas, y unos pocos hombres que visiblemente estan aqui en su rol como consortes. Empieza el festival! El festival del chiste subido de tono, con una monina Stefanie como your sexpert (sic) for this evening llevando la voz cantante. La mecanica no es mala, el bus deambula por la ciudad pasando por puntos clave, y en las pantallas pasan secuencias breves de la serie, o de las peliculas, grabadas en esos puntos clave. Nos llevan por Madison Square Park, hacia el Village, despues por el Meatpacking District. Nos reconforta ver que lo llevamos todo visto, y ademas el tour es muy divertido. Stefanie es buena, y a pesar de que el trafico es muy lento, ella esta en racha con su sucesion de gracietas y Q&A sobre la serie.

Hacemos una parada en el sex-shop Pleasure Chest, donde sus amigas le compraron un juguetito a Charlotte. Alguna del tour sale con una bolsa de la tienda. Otra parada en el restaurante Buddakan.
En varias boutiques del Village.
Y en el Sushi Samba de Park Avenue, donde Samantha le tiro a uno de sus "amigos" un Dirty Martini a la cara. Ha estado divertido, y encima nos dejan detras de la Biblioteca Publica, a dos pasos de nuestro hotel.

Por la noche, a hacer las maletas. Ana cree que va a tener que enviar un paquete de ropa por correo, pero en ese momento me saco de la manga un comodin en forma de tremenda mochila facturable con capacidad para un porron de bolsos, sandalias y lo que le echen. Podemos facturar tres bultos en total, vamos a apurar hasta el limite!

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