viernes, 17 de mayo de 2013

Fifth to Lex; Riverside; Morgan

Hoy 17 de mayo, empezamos haciendo un recorrido por la Milla de Oro del comercio neoyorkino. En el area alrededor de la quinta avenida, hasta la avenida Lexington, y de las calles 45 hacia arriba (mas o menos), se concentra la mayor densidad de boutiques y flagship stores de grandes marcas imaginable. A partir de la calle 60, y hasta la 86 (de nuevo, mas o menos) se pone mas facil, porque la chicha esta concentrada en la avenida Madison. Da igual que quieras comprarte algo o no, los escaparates, las dependientas, la musica, todo, es un show en si mismo.

Ahi tiene plantada tambien su flagship tower el conocido inversor Donald Trump, millonario arruinado reincidentemente, aunque al final siempre sale a flote. Detras de la torre hay un jardin cubierto con un bosquecito de bambu, de lo mas apetecible para tomarse un cafe.
Poco mas alla, una visita obligada: la leyenda de Truman Capote, encarnada en Audrey Hepburn.
El interior parece una sucursal bancaria, pero puedo asegurar que tras las vitrinas no tienen folletos sobre planes de pensiones!
Dimos una pasada para ver la fachada del Plaza Hotel, en la esquina de la quinta avenida con el parque, y que como tantos otros grandes edificios esta de obras, y seguimos hasta FAO Schwarz, una jugueteria de tamaño industrial, y cuyas mercancias abarcan desde la cursileria mas incontestable,
hasta el humor mas socarron:
 
Paramos a comer en un japones llamado Ajisai, en Lexington con la 62, pedimos una bento box de yellow fin, y un salmon teriyaki, y aun no me creo que por 35 dolares puedan comer dos personas un almuerzo de este nivel.

Queriamos subir por Madison, para ir viendo las tiendecitas, pero como tampoco teniamos ganas de comprar nada, y justo pasaba un autobus northbound, alla que nos metimos para ahorrarnos la caminata. La idea era cruzar hasta el Hudson, asi que en la calle 79 nos bajamos, y justo nos dio para coger el siguiente autobus, que nos llevaria derechos, y atravesando Central Park, hasta el Riverside Park.

Nos habiamos saltado el cafe en el japones para tener un pretexto y dar una pasada por el Boat Basin Cafe. El sitio es de lo mas curioso, se accede pasando por debajo de la autopista que discurre a lo largo del Hudson, y la entrada es un circo a cielo abierto de granito, con una plataforma elevada en medio, con sillas y mesas puestas encima. Mas adelante hay un salon, abierto hacia el circo y hacia el rio, con techos abovedados como los del Oyster Bar de Grand Central.
Y por fin hay un mirador hacia el rio con una vista estupenda. Las mesas del mirador eran solo para comer, y nos mandaron a la cuesta de al lado para tomarnos el cafelillo de filtro medio regular. No estuvo mal.

Bajamos por la orilla del rio hasta la calle 72, y realmente pegaba el sol con fuerza, por lo que nos metimos hacia el parque, buscando el fresquito, y ya nos adentramos en el Upper West Side. Como en toda la ciudad, aqui tambien hay edificios esplendidos, decadentemente decorados.

Cogimos el metro, fuimos a Times Square, pero me acorde de que me habia dejado el jersey en el Boat Basin, asi que volvi para arriba, recupere el jersey, y ya segui derecho a la Morgan Library & Museum. Como funciona el metro, no se tarda nada en ir y volver!

La biblioteca Morgan era originariamente la biblioteca privada de este banquero y coleccionista de obras de arte y antiguedades. Como les suele ocurrir a ciertos magnates, el edificio se les queda pequeño para la coleccion, y lo van ampliando poco a poco. El museo actual es aproximadamente cuatro veces mas grande que la biblioteca original, y tiene varias salas de exposicion independientes de la biblioteca, que se restauro recientemente (en el 2000, si mal no recuerdo) para exhibirse en un estado similar al que disfruto el mismisimo Morgan.

La biblioteca consta de la biblioteca original, la oficina de la bibliotecaria, el despacho de Morgan, y una rotonda. La rotonda es increible.
En las otras galerias, habia una exposicion de manuscritos iluminados, con la Eucaristia como tema central, y otra exposicion de obras de un tal Matthew Barney, que a quien le interese, que lo busque por internet, y vera lo que produce. Indescriptible. Tambien me llamo la atencion esta caricatura, que refleja la percepcion que algunos tenian de Morgan y su diogenismo adinerado:
Como es viernes tarde, y estamos reventados de la semana de trabajo intenso, nada mejor que elevarse a las alturas de un rooftop bar para evadirse. Me acerque al Rare View, en Lexington con la calle 37, para descubrir que el bar esta cerrado por reforma. El bar si, pero por la escalera se puede aun subir a la terraza, y por la presente atestiguo que la subida merece la pena.
Satisfecho por la vista, pero con ganas de tomar algo, fui a probar suerte al Top of the Strand, en la calle 37, entre las avenidas quinta y sexta. Y esto fue el jackpot! La vista era casi mejor que en el Rare View.
Es un bar chulisimo, con un ambiente distendido, palmeritas, DJ... y con las copas, la cosa se va animando, bajo la atenta mirada del Empire.
Como aun no habiamos cenado, y estabamos muertos de cansancio, al volver al apartamento no se nos ocurrio nada mejor que cruzar la calle y meternos en el Virgil's BBQ. La cena fue abundante, pero bastante discretita, en Virgil's le han cogido demasiado gusto a los recalentados. Lo mejor, el cornbread! Nos comemos cuatro de esos, y hubieramos cenado mejor. Unas veces se gana, y otras se pierde.



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