lunes, 6 de mayo de 2013

St. Patrick's y el Rockefeller Center

La catedral de San Patricio es el gran templo catolico por excelencia de Nueva York, y seguramente de Estados Unidos. Hoy 6 de mayo nos acercamos a visitarla, aprovechando que anunciaban una visita guiada (en mayo solo habia dos visitas programadas, la de hoy, y otra el 20 de mayo).
 
La catedral esta cubierta de andamios por dentro y por fuera, de modo que aunque la parte del abside esta despejada, la mayor parte de las vidrieras estan ocultas.
 
Esto termino de desanimar a Ana, que prefirio saltarse la visita, mientras que yo me quede a ver que nos contaban. Tras una confusion inicial, ya que el guia no aparecia, arranco el tour, que mas bien era una clase particular para myself y para Fred, un caballero de Nueva York educado en los jesuitas del instituto Loyola, el mismo que vimos por casualidad la semana pasada. Fred hace voluntariado en esta misma iglesia, y como la grey cada vez hace preguntas mas dificiles sobre el edificio en si, decidio apuntarse al tour y ponerse al dia.
 
Fuimos visitando los altares laterales, que reflejan a la perfeccion el caracter de la ciudad: Santa Rosa de Lima, San Antonio de Padua, Santa Teresa de Lisieux, la Virgen de Guadalupe, Santa Brigida y San Bernardo (los irlandeses), y oh sorpresa, habia un altar dedicado a San Juan Bautista de la Salle!
Colgados sobre el altar mayor estaban los sombreros de cuatro arzobispos de esta catedral que alcanzaron el cardenalato. En realidad hubo mas de cuatro, pero el Concilio Vaticano II decidio que estos gestos podian inclinar a los cardenales hacia la soberbia, y eso es un pecado capital, asi que terminaron con esta tradicion de un plumazo. 
Habia quedado con Ana a las 11:30 en la salida, y solo tuvimos que cruzar la calle para llegar al Rockefeller Center. La gran atraccion de este complejo es el Top of the Rock, la otra gran plataforma de observacion abierta al publico despues del 9/11. La tenemos en la lista, pero hoy el dia estaba nublado, y entonces decidimos apuntarnos al Rockefeller Center Tour. Acorde con el concepto futurista del edificio, el guia nos proporciono radiorreceptores y auriculares para poder seguir sus indicaciones, y asi, equipados como un hatajo de monitores de aerobic, salimos a investigar los tesoros artisticos de este complejo.
 
Una pequeña reseña historica: los Rockefeller se prestan a confusion, porque cada uno fue grande a su manera: John D Rockefeller, Sr fue el Rockefeller malo, que elevo Standard Oil a la categoria de monopolio petrolifero. Su hijo John D Rockefeller, Jr fue el Rockefeller bueno, que patrocino las artes, fundo los museos Cloisters y Met, y construyo edificios como esta city within a city. Tambien siguio ganando dinero a espuertas, porque era bueno pero no imbecil. Y por ultimo queda Nelson Aldrich Rockefeller, el rockefeller -guapo? Eso segun gustos, pero la cuestion es que fue gobernador del estado de Nueva York, y vicepresidente con Gerald Ford.
 
A lo que ibamos: Mister Junior como se le conocia popularmente (o sea, el bueno), se caso con Abby Aldrich, que fue la que se encargo de seleccionar los trabajos de arte para este imponente proyecto. Lo mas notorio es el marcado caracter de optimismo fundado en las posibilidades de la ciencia y la tecnologia. Progresismo del bueno. Muchos de los mosaicos, murales y obras tienen los progresos tecnologicos como tema central, como este de aqui, en el que se ve el espiritu de la radio divulgando conocimiento a diestra y a siniestra, mientras que los males que afligen a la humanidad -ignorancia, miedo, crueldad- caen pasto de las llamas (esta ultima parte no me cabia en la foto).
El exterior de los edificios esta construido en caliza de Indiana, la misma que emplearon para el Empire State Building. Vistas las dimensiones de los edificios, me pregunto si Indiana a estas alturas sigue siendo un estado, o si lo han reclasificado como "crater federal".
 
En la entrada por la sexta avnida nos encontramos con este reloj do oro, supestamente macizo, que me trajo a la cabeza la improbable comparacion de Junior diseñando su edificio, con Javier Bardem haciendo su proclama cañi en Huevos de Oro.
El centro en conjunto es un complejo monstruoso, que va de la calle 48 a la 51, entre las avenidas quinta y sexta. El edificio GE tiene una extensa zona comercial en la planta baja y el subsuelo. Me tengo que detener aqui para resaltar el genio publicitario de los americanos, que para no llamar a esto un sotano, se inventaron la palabra concourse. Suena infinitamente mejor. Aqui encontramos un monton de tiendas, asi como cafeterias y restaurantes para atender las necesidades de las masas de personal de las oficinas del complejo. Una de esas necesidades parece ser la de lustrarse los zapatos, y es necesario incluso hacer cola. Y eso que habia cinco limpiabotas dentro!
Ya en la calle, nos encontramos con esta pasteleria japonesa: Minamoto Kitchen, con especialidades propias de otro planeta.
Tambien nos llamo la atencion esta boutique: la entrada es la marquesina de un cine, y en el interior tienen un monton de cosas para la casa, ropa para señoras (y digo bien, veinteañeras y clientas young at heart abstenerse), libros de cocina, muy bien decorado, y en dos pisos. Me da que han encontrado un filon, porque los diseños son lucidos pero discretos, las dependientas no son intimidatoriamente guapas, y cobran bien pero sin faltar al respeto. No he visto tanta cola en la caja de ninguna otra tienda del barrio.
Paramos a tomar un tentempie en la Bouchon Bakery, que esta justo enfrente del estudio donde filman el Today Show de la NBC. Es uno de esos matinales en que los presentadores se sientan ante una cristalera que da a la acera, y si fuera mas temprano habriamos tenido ocasion de ver a algun palurdo de Iowa haciendo el mono para salir en la tele, pero como era ya tarde nos limitamos a tomarnos lo nuestro y seguir de visita.
 
Como resumen, y para dar una vista de pajaro, adjunto esta foto de la maqueta del Rockefeller Center que han plantado en la tienda de Lego, situada frente a la estatua de Prometheus, el dios dorado que preside la pista de patinaje sobre hielo todos los inviernos.
La calle 47 es la calle de los diamantes, y esta copada a ambos lados por una sucesion ininterrumpida de joyerias.
Uno siempre piensa en la historica relacion de Amsterdam con el trafico de diamantes, y aunque hoy el epicentro del negocio se haya desplazado a Amberes, nos hizo gracias que en las aceras tengan unos fulanos que te incitan a meterte en las joyerias como si fuera un peep show, y encima los dependientes te hacen gestos desde dentro del escaparate para que "pases y veas". Los clientes mantienen extensas charlas desde el otro lado del cristal con lenguaje puramente gestual.
Como era de esperar, todo el negocio esta en manos de judios, los mas jovenes tocados con ese discreto gorro que parece un solideo (kippah). Los mayores, a calzon quitado.
Volviendo al hotel, por fin me acorde de sacar una foto al famoso reloj que lleva aqui una eternidad para recordarles a los americanos que van pillados. "Reloj, no cuentes las perras", le oyeron canturrear a Obama la ultima vez que paso por aqui.
Al lado del reloj, y enfrente de nuestro hotel, esta el Chatwal originalmente Lamb's. Preciosa Clubhouse en estilo neo-federal, columnas doricas a la entrada, enladrillado flamenco y piedras angulares de caliza. Por obra y gracia de McKim, Meade & White!
Hoy aproveche un receso a media tarde para escribir esta entrada, pero todavia queda cuerda para esta noche!

Y aqui volvemos con un update: despues de una paradita en el hotel, salimos a hacer unas fotos de Times Square la nuit, y a comprobar si un lunes por la noche tambien es verdad que la ciudad no duerme.

Aqui en la plaza esta claro que no pegan ojo, de hecho las ordenanzas municipales imponen serias restricciones a los anuncios que pueden instalar los edificios con fachada a la plaza. Pero las restricciones son minimos de superficie anunciante, no maximos! La fotografia aqui es un desafio por el inmenso contraste dinamico entre los luminosos y la oscuridad del resto de figuras. Ademas, cuando intentas sacar varias fotos superpuestas para cocinar un panorama, te encuentras con que los anuncions han cambiado, o sea que a la mierda el solape. Para hacerse una idea, aunque sea aproximada:
 
En el extremo norte de la plaza esta el kiosko TKTS de venta de entradas a los espectaculos de Broadway, y recientemente lo transformaron en una grada de observacion de la plaza. Es una rampa de pendiente suave con escalones que hacen de asiento para dejarse caer a contemplar el espectaculo (o a meditar, que hay gente para todo). En lo alto de la grada hay una valla en la que el respetable se asoma a la trasera de la rampa, enfrente hay una pantalla gigante en la que se proyecta la imagen de ese mismo respetable. Es como un burladero, pero los turistas en vez de astado se ven a si mismos. La vista de la plaza desde la rampa es asi:
 
Siguiente prueba: ver como esta el patio en una de las terrazas que tiene en la azotea todo hotel que pueda. El rooftop bar de hoy esta en el hotel Sanctuary, calle 47, entre las avenidas 6 y 7. Se llama Haven, cogemos el ascensor a la planta 14, y se abren las puertas a este remanso de camareras con vestidos de lycra negra realmente ajustados y tirando a cortitos.

Esta es la vista hacia el norte y el este. La experiencia de ponerse guapos y salir de copas de azotea en azotea es una de las especialidades locales, y aunque seria exportable a otras capitales, no seria lo mismo, no es cierto? Para que la cronica sea completa, no puedo dejar de mencionar que el gin-tonic era horrendo, y que por 15 dolares el cliente tiene derecho a esperar un poco mas. Haven se redime parcialmente con los mojitos, que son mas que pasables. All things considered: 6,5 sobre 10.


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